domingo, 26 de septiembre de 2010
Mis cafés ya no estaban solos
Estabas enamorada de la idea del amor. Y la verdad, no te dediqué el tiempo suficiente para saber si también lo estabas de mí, o tenían la culpa todos aquellos libros de romances adolescentes que te dedicabas a leer antes de conocerme. Tus mañanas pasaron a ser mías al igual que mis cafés ya no estaban solos. Pero amor, lo que se dice amor...No sabría decirte si hubo. Eramos dos gatos de arrabal que se lamían las heridas en una cafetería de Tirso. Duró lo que tenía que durar.
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Café
domingo, 19 de septiembre de 2010
La chica de la habitación de al lado.
Me la encontré en la ducha, sentada en aquel minúsculo espacio de porcelana intentando amoldarse a la esquina, con las piernas encogidas y el pelo negro cayéndole como una cortina por delante de la cara. Estaba toda empapada de aquella agua que bañaba su piel a no menos de 40 grados, el vapor del habitáculo que teníamos por baño era casi irrespirable. No pude evitar fijarme en su cuerpo, huesudo y pálido a morir, poblado de ronchas rojas debido a la temperatura. Ella no se había dado cuenta de que yo estaba allí, mirándola sin hacer nada por sacarla de ese llanto que recordaba a un piano desafinado. Así que salí del baño y después, del piso que compartíamos con otras dos compañeras de facultad. Según bajaba las escaleras de nuestro roñoso portal caí en la cuenta de que me acababa de enamorar de ella, sí. De aquella imagen indefensa y terriblemente frágil. Y supe también que desde ese momento, estábamos las dos perdidas.
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compañeras de piso
lunes, 13 de septiembre de 2010
jueves, 9 de septiembre de 2010
Átame corto
Átame corto. No quiero más libertad que la de estar a tu lado. Ponme los grilletes, aprieta las esposas a mi espalda y tira las llaves. Cómeme entera, pero deja algo para el postre, no seas avariciosa. Muérdeme el alma. ¿De qué color es mi corazón? Cuéntame un cuento.Haz lo que sea pero vuélveme loca.
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Imperativos
sábado, 4 de septiembre de 2010
07:00 am
Me besó los párpados al despertar, con esa clase de amor que hace cosquillas en el corazón. Así. Y sentí que nunca la había querído tanto ¿Sabes?
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Poeta de autobús
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