Me la encontré en la ducha, sentada en aquel minúsculo espacio de porcelana intentando amoldarse a la esquina, con las piernas encogidas y el pelo negro cayéndole como una cortina por delante de la cara. Estaba toda empapada de aquella agua que bañaba su piel a no menos de 40 grados, el vapor del habitáculo que teníamos por baño era casi irrespirable. No pude evitar fijarme en su cuerpo, huesudo y pálido a morir, poblado de ronchas rojas debido a la temperatura. Ella no se había dado cuenta de que yo estaba allí, mirándola sin hacer nada por sacarla de ese llanto que recordaba a un piano desafinado. Así que salí del baño y después, del piso que compartíamos con otras dos compañeras de facultad. Según bajaba las escaleras de nuestro roñoso portal caí en la cuenta de que me acababa de enamorar de ella, sí. De aquella imagen indefensa y terriblemente frágil. Y supe también que desde ese momento, estábamos las dos perdidas.
domingo, 19 de septiembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
El amor es así de inesperado :)
ResponderEliminares sorprendente :))
ResponderEliminarsin palabras...!!!
ResponderEliminarQue imagen tan triste.
ResponderEliminar¡Que sea valiente y vuelva para consolarla!
ResponderEliminarEstá muy feo dejar a una dama llorando bajo la ducha u.u
y las ganas de subir y abrazarla, pero con mucho, mucho cuidado, por su fragilidad eran directamente proporcionales a ese amor inesperado.
ResponderEliminarHola Dana, hola, hola :)
bonita
Así de raro y sin sentido es el amor (el de verdad, quiero decir)
ResponderEliminarUn muá(h) y un sugu de menta!
bonita tú & bonita la historia :)
ResponderEliminar(siempre te enamoras de qién no debes/esperas cuando no debes/esperas)...
la vida es así :)
muuuua :)*
uno se puede enamorar en tantos sitios y de tantas maneras...
ResponderEliminaruno se puede enamorar en tantos sitios y de tantas maneras...
ResponderEliminarPorque una imagen vale más que mil palabras. Sobre todo en un sitio que te deja la mente tan inconexa, sólo puedes actuar con el subconsciente... y este se enamora y no olvida nunca.
ResponderEliminarDesde Marte
Mirna
qué pena me ha dado la chica..
ResponderEliminarJo que penilla... Que vuelva, va! Que seguro que ella lo agradece :)
ResponderEliminarseguro que era un saquito de huesos encantador, cuando no lloraba.
ResponderEliminar(medio kilo
de abrazos
de mono)
estábamos condenadas a salvarnos..
ResponderEliminarbonita forma de perderse :)
ResponderEliminarHe llegado por aquí de casualidad... y te he leído, ya que estaba. He alucinado !!.
ResponderEliminaruis, tenía que haberle pegado un achuchón para que se le pasara el frío :)
ResponderEliminarno necesariamente, haz que las dos se recompongan y se junten las partes que se les han roto. el amor puede con todo. con todo.
ResponderEliminarDe esas cosas sueles darte cuenta en milésimas de segundo, te atraviesan como un rayo. Y seguro que la imagen de ella la perseguirá todo el día.
ResponderEliminar(wish you were here, simplemente genial).
Besito.
a veces es inevitable enamorarnos de la pena, y de los retos
ResponderEliminarQue manera mas original y apetecible de enamorarse no?:)
ResponderEliminarqué curioso y genial! :)
ResponderEliminarqué es de su vida, señorita? que te tengo totally missing, tutti benne?
un muá!
Y yo me acabo de enamorar de lo que he leído.. puede que yo tambien esté perdida, al igual que ellas.
ResponderEliminaruna taza de té con leche y canela para tí, bonita :)
La imagen vulnerable de una persona siempre enamora.
ResponderEliminarestoy jodidamente enamorada de este blog. Enhorabuena por este pedazo de texto
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarpero abrazaros muy fuerte, mucho, seguro que así ya no estaréis perdidos.
ResponderEliminarTe tocó el estuche de mi amiga! felicidades :D
ResponderEliminarYo compré uno, la verdad es que son geniales!
mua