jueves, 1 de octubre de 2009

Y al final explotan

Tom y Ana en la cama. Los labios de Tom regalan amor. Bajan por la tripa de Ana. En su piel esos besos son fuego, lava bajando la ladera de su cuerpo. "Fshhhh" un soplido en su ombligo. "Ahhh" un gemido en sus oídos. Qué locos están, su amor enfebrecido y demencial. Ana arquea la espalda y separa las piernas. Tom no puede pensar en nada que no sea sexo. Toda la habitación se vuelve borrosa y a su alrededor los colores giran a la velocidad de la luz. Solo existen sus cuerpos, su deseo y sus corazones latiendo frenéticamente. Piel, manos, saliva, calor por todas partes. Y al final explotan.







Y está sonando: Caliente de Mürfila

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