lunes, 5 de diciembre de 2011

Los cercos

Hoy me he atrevido a limpiar los cercos que dejaron tus tazas en mi casa. He sacado fuerzas para tirar el vaso con cal donde metías tu cepillo, y además he cambiado las sábanas que ya no olían a ti. Ahora, si tienes el valor, ven y dime que no te estoy olvidando.

martes, 22 de noviembre de 2011

Correspondencia devuelta

Nos hemos rendido. Era una batalla perdida de antemano. Una partida jugada con fichas defectuosas desde el principio. Nos lanzamos al campo de batalla con toda la artillería que no teniamos pensando que siempre hay una oportunidad saltando de trinchera en trinchera. Pero lo cierto es que nos vino grande ese uniforme, sobretodo a mi que siempre he sido pequeña,  en el sentido figurado de la palabra, creo que me entiendes. Y no será porque no fuimos valientes eh, que cojones le echamos y no sabes cómo. Pero de valientes está lleno el cementerio. Yo por mi parte abandono, del todo. Y paso página, y cierro el libro, y lo tiro por la borda. Que a mi siempre me ha costado no mirar atrás y un cuello roto no sirve para nada.

Sinceramente tuya.

miércoles, 26 de octubre de 2011

El té de las 5.

Acabar follando sobre la encimera mientras el agua hervía sobre el fuego era nuestro té de las cinco. Nos estábamos consumiendo igual que el contenido del cazo. Me decías que los polvos de despedida siempre son los mejores, y no te equivocabas.

lunes, 25 de julio de 2011

Magia

Que puedo pasarme la vida colgada de tu labio inferior. Cada día contigo sabe a viernes por la tarde de Heineken y Suárez en Galilei. Yo sé desvestirte con la boca y besarte con las manos,  ¿Mi pasatiempo? Morder tu ropa interior en cualquier baño, dibujarte las estrellas que desde aquí no puedes ver, llevarte de viaje sin movernos del sofá. Todavía no te has dado cuenta, pero tú y yo... Somos magia.

lunes, 11 de julio de 2011

Lo difícil

Todavía me rompo. No sé si es tu pelo o el recuerdo en el colchón. Todavía me rompo en el reflejo del espejo que me devuelve una imagen muy distinta a la que me devolvían tus ojos. Ya no escribo ni en las servilletas de los bares, te has llevado todos mis bolis. Me da grima el tacto de las sábanas que lloran tu ausencia, los cafés siguen estando amargos tras tres azucarillos. Mendigo palabras, le robo la risa a cada transeúnte feliz para poder mirar a los ojos a la gente sin echarme a llorar. Lo fácil es dejar que los trozos se te caigan. Lo difícil romperse y sostenerlos en su sitio.  Pero todas las mañanas, mientras desayuno, me digo: yo soy fuerte, yo soy fuerte, yo soy fuerte. 

sábado, 30 de abril de 2011

La rabia de tenerte lejos, de tener un corazón que no entiende de kilometraje y que no acepta otro carburante que no sean tus besos. La rabia de saber que el eco de tus latidos por teléfono no se escucha. Esa rabia.

martes, 5 de abril de 2011

Café solo

Somos sexo en tu cama. Somos el descontrol encarnado en estos dos cuerpos que no son nada sin lo de dentro. Te toco suave, te toco a pelo. Te quiero fuerte y sin azúcar, te quiero café solo, recién hecho, hirviendo. Me pones tierna, me pones. Me pones a secas no sería del todo correcto, entiéndeme si quieres. No cambies las sábanas esta mañana, que a la noche no querremos dormir y lo sabes. ¿Nicotina? Mejor tu saliva, que el cigarro de después es el polvo de después, y si perdemos la cuenta llama al contable, él entiende de eso. Yo solo entiendo de tu pecho y de los días que tacho en el calendario.

lunes, 14 de marzo de 2011

Cuentas pendientes

Debo confesar que los batidos de vainilla saben mejor después de besarte y que al final he acabado cayendo en todos los tópicos en los que nunca creí. Que me rompes los esquemas y he aprendido que las canciones de Pereza y alguna que otra de Rosenvinge están hechas para nosotros. Soy consciente de que si sigo besándote así en los portales me van a excomulgar. Todos los cachivaches del rastro parecen inútiles los domingos a las 11:00 ¿no?  Por cierto, estoy empezando a ahorrar, tengo unas cuentas que saldar con tus sábanas. Tú pon la cama que el resto corre de mi cuenta.

sábado, 12 de febrero de 2011

B612


Astronauta es una de esas profesiones a las que uno no se plantea dedicarse hasta que descubre las constelaciones que hay en su espalda. Tampoco os plantearíais ser un satélite si no es describiendo una órbita alrededor de su cintura. Quiero ser el asteroide B612 y tener como centro de gravedad tu ombligo, descubrir que se puede viajar a la luna por el módico precio de ser 1+1=Tú+Yo que no entiende de cadenas ni de candados, ni de domesticar zorros, sino de añorarse de vez en cuando como un pequeño príncipe añoró a su rosa una vez.

domingo, 30 de enero de 2011

Todas esas cosas


Querer pintar ventanas en tus paredes. Hacer de tus días “canciones para el tiempo y la distancia”. Ponerme camisetas de tus grupos favoritos que me quedan grandes y verte sonreír porque sabes que no llevo nada debajo. Escribirte notas en la pizarra de la cocina para que no me eches tanto de menos, o todo lo contrario. Tener la intención de escribir poemas en tu espalda, de esos que solo entiendo leyendo en tu cama. Ponerme el traje de guerra y luchar contra tus fantasmas, a golpe de saliva y corazón. Ser básica cuando se trata de decirte lo guapa que estás.  
 
Todas esas cosas.

domingo, 23 de enero de 2011

Nunca he sido poeta

Has de saber que las horas que pasé contigo se pusieron los patines y aceleraron su velocidad, como toda esa gente con la que nos cruzamos en el Retiro. Alzo mi copa por los cafés que duran horas y parecen minutos, por tus manos jugando a romper azucarillos por no jugar con las mías. Por el césped mojado y el sol en la cara. Rompo una lanza a favor del frío polar, que nos hizo abrazarnos como osos. Tengo que decirte que nunca me he visto tan guapa como reflejada en tus ojos. Y ya sé que te debo un soneto, pero lo mío son estas letras, las que no necesitan de rima ni ornamento.

sábado, 15 de enero de 2011

Nunca te he dicho


Que de imaginar tus manos ya tengo gastadas las huellas y hasta los nudillos. Que lo único que me has tocado es el corazón y eso ya no me sirve. Que tener ganas de tí es el pan de cada día y el hambre de cada noche.

lunes, 3 de enero de 2011

H, M, S, F.

De todas las veces que pensé en saltar por la ventana no recuerdo una sola en la que no me parase a pensar en tí. Yo quería volar joder, quería ser un pájaro y llegar muy alto. En realidad creo que caí muy bajo. O eso dicen. He querido hacerlo bien muchas veces. No todas, lo admito, pero muchas. No te creas que no. Últimamente me he parado a pensar, hacía tiempo que no lo hacía. Acostumbro a vivir más en páginas que en aceras, qué te voy a contar a estas alturas. Pensar no me sienta bien, así, como conclusión. Volviendo sobre mis palabras te diré que he intentado salir de ésta no recuerdo cuántas veces y he acabado todas ellas en cama, si no es por una cosa es por otra, tú entre ellas. ¿Cuántas veces he escondido mis tijeras de recortar capítulos? ¿Cuántas veces me he olvidado de ir al supermercado? Vivir del aire ha acabado siendo lo mío, del aire que sale de tu boca, con exclusividad absoluta. Una, que es exquisita hasta para respirar. Creo que le hice demasiado caso a las películas y me olvidé de realidades más allá de la pantalla. Aun no han inventado relojes que midan el tiempo en horas, minutos, segundos y frames. Seguiré esperándote en horas de las de toda la vida con 3 tazas de café vacías sobre la barra y un cenicero cansado de esperar conmigo.