miércoles, 30 de diciembre de 2009

Deseos para 2010





1999 - Love of Lesbian
Un día en el mundo - Vetusta Morla
"Diario de una ninfómana"
"Un geek en Japón"
Ir a un concierto de Pereza
Ir a un concierto de Zahara (si es acústico, mejor)
Leer El Principito en francés
Cascos grandotes
Encontrar un pintalabios rojo que me quede bien
Hacerme una dilatación
Aclararme el color de pelo
No abandonar el blog
Comprar el cuadro de Amelie en japonés que vi en Popland
Un póster de "Los amantes del círculo polar"
Volver a Barcelona (si es en tren, mejor)

lunes, 28 de diciembre de 2009

Billete de Ida

Ana, que ese día estaba soñadora, le envió el sms más largo de su vida, batiendo records. Y Tom, que estaba saliendo del trabajo se llevó la mano al bolsillo de los vaqueros:
"Iré a buscarte y llevaré en el bolsillo del abrigo 2 billetes de tren, solo de Ida. Porque necesitamos huir, volver puede esperar. Si te atreves cógeme la mano y corre conmigo, prometo recogerte del suelo si te caes. Vamos a mirar a través de las ventanillas de este tren. ¿Ves qué rápido vamos, qué lejos estamos ya? Como siempre hemos querido: Tú y Yo, volando sobre los raíles."
Y tú Tom, tienes dos opciones: contestar a la propuesta más interesante que te han hecho en tu vida con un Sí, lo estoy deseando. O acojonarte y decirle el típico Qué bonito...
Yo, cielo, te recomiendo que os largueis, como siempre habeis querido: Tú y Ella.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Café Madrid



Te invito a un café en Café Madrid, ahí al lado del teatro real. No sé de qué vamos a hablar ni tampoco si los silencios serán nuestros mejores amigos. Pero te aseguro que voy a coger una de tus manos y la voy a memorizar: su tacto, sus pecas y lunares, la forma de los dedos, cada línea dibujada por el tiempo. Y cuando me la sepa de memoria, pago con un billete viejo y nos vamos a Atocha, a inventarnos historias mientras hacemos de las farolas las estrellas de esta ciudad infecta de contaminación y gente con prisa. Yo llevo papel, traete tú un boli bic azul para escribir sin artificios. Te prometo que vamos a escribir de todo menos despedidas.






 FELIZ NAVIDAD, si a tí.




martes, 22 de diciembre de 2009

Una Amelie de barrio

-Ana, me ha dicho un pajarito que no comes.
-Me alimento de sus ojos, ¿qué más quieres?
-Dios...No vas a cambiar nunca ¿verdad?
-No :) Ya sabes que soy una pequeña Amelie Poulain atrapada en el cuerpo de una chica arrabalera, de barrio.
-Pensé que al cumplir los 20 bajarías de las nubes, ¡Ajajaja! Ilusa de mí...
-20 solo es una cifra, y yo nunca he sido de las que cree en los números.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Quiero mi regalo



Que me esperes sentada en el último banco de la Renfe, que no te des cuenta de que he llegado hasta que no veas mis zapatillas aparecer justo bajo el libro que estás leyendo, que tu sonrisa sea gigante cuando alces los ojos y veas que la sonrisa a mi tampoco me cabe en la cara, que te levantes muy despacio y... casi conteniéndonos las ganas nos demos un abrazo de esos que nos funden. ¿Le puedo pedir eso a la Navidad? Solo eso, lo prometo.


sábado, 19 de diciembre de 2009

Cepillo de dientes

¿Sabes cuál es el peor momento del día, ese en el que me duele el pecho como si me dieran martillazos..? Cuando entro en el baño para lavarme los dientes. Te parecerá una tontería pero mirar ese vaso antiguo de cristal y ver que ya solo está mi cepillo me hunde. ¿Por qué tuviste que llevarte ese cepillo, tú cepillo? Algo tan mecánico y cotidiano como lavarse los dientes se ha convertido en una tarea ardua y que escuece. Porque lo que más me gustaba de estar sola en casa era ver lo bien que quedaban nuestros cepillos, inclinando sus cabezas para estar más cerca el uno del otro (o eso me parecía), y que eso me recordara porqué te quiero. O bueno, porqué te quería...Porque siempre volvías a casa. Pero un día ya no volviste para quererme, volviste para llevarte la mitad de la casa concrentrada en ese cepillo azul.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Que hoy me duele, también tengo derecho a sentir.

No puedo acabar de escuchar Esta canción. Si me preguntas por qué te voy a decir la verdad, ahora sí. Se me mete en las venas como si fuesen los litros de alcohol que ingiero para olvidarte, me inunda los pulmones y ya no tengo cubos suficientes para achicar las lágrimas. Se introduce bajo la piel y en lugar de matar cada célula, lo que hace es que respiren más, tanto que se ahogan. Y cuando pienso que es demasiado tarde, que Esta canción ya me ha infectado, la paro: en seco, de golpe, cortando por lo sano. No me permito el "una estrofa más, solo una" porque sería demasiado tarde para mi sangre. Las venas no pueden cargar con más sentimientos ya. Igual esta noche me estallan, no lo se.







Lectores anónimos: ¡comentad! Se que estais ahí, escondidos detrás de la pantalla y que estais leyendo esto. Si, tú, tú, ese/a que comenta anonimamente o que no comenta. Os invito a que lo hagais, porque de eso se nutren mis ganas de escribir, de que vosotros alceis la voz.

martes, 15 de diciembre de 2009


Soy una especie de yonki de las personas. Algunos son adictos al tabaco, al alcohol, otros son adictos a la coca, al cristal o adictos a robar.

Pero yo, yo soy una corazonainómana. Cuando conozco a alguien diferente, alguien que brilla con una luz distinta, tengo que robarle tiempo a toda costa. Me vuelvo adicta a los corazones de las personas únicas.

Soy adicta a las palabras que se quedan en la garganta o en la punta de los dedos, presas. A hablarle bajito a las paredes de la habitación, a decir frases de películas en voz alta, por si hay alguien escuchando. Soy adicta a los ojos de la gente, a quedarme embobada mirando sus bocas cuando hablan, a enredar mis dedos en melenas ajenas. Soy adicta a escribir para mí, para tí, para todos.

Soy adicta a ser adicta.

domingo, 13 de diciembre de 2009


¿Quieres hacer la colada conmigo? Me gusta ir a la lavandería y ver girar la lavadora. Como en aquella película...¿cómo se llamaba? Ai...Pero si lo tengo en la punta de la lengua. ¡Ah si! "Tu vida en 65 minutos". Y si quieres podemos bailar imaginando que suena una canción lenta, lo digo por si te aburres. O también puedo cantarte bajito una canción que te guste. Intentaré no destrozarla, pero no prometo nada. Luego si te apetece, solo si te apetece, voy a la tienda de enfrente y compro unas gominolas de colores. Puedes contarme tu vida mientras meto la ropa en la secadora y luego yo te cuento la mia mientras la guardo en un saco, tipo película americana. Y para terminar la tarde podrías dejar un libro bonito en mi bolso con tu número de teléfono en la primera página. Luego en mi casa me sorprenderé y sonreiré como una gilipollas, preguntándome cuándo me voy a atrever a llamarte. O no, quizá no te apetece nada hacer la colada porque te parece lo más aburrido del mundo. Yo te voy a estar esperando en la primera silla de la lavandería: todo depende de ti.

sábado, 12 de diciembre de 2009


Y eso que llaman mariposas en el estómago, en mi caso son terremotos.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Lady Madrid




Me estoy fumando un porro sentada sola en un banco de Gran Via, direis: qué triste, fumar maría solo es una mierda. Pero es que no estoy sola, enfrente, sentada en la puerta de un portal antiguo (así estilo siglo XIX) tengo sentada a Margot, una chica que vive en el tercero. Todos los viernes me siento en este mismo banco y veo su silueta a través de sus cortinas rojas. Veo como se despeina con los dedos y se pinta los labios frente al espejo. Después baja las escaleras corriendo, sieeempre corriendo (oigo sus tacones de vértigo pisando fuerte) y abre la puerta, sacando la cabeza primero y dando un gran sorbo del aire contaminado de Madrid.

El mechero le asoma del bolsillo de la chaqueta pero siempre me pide fuego, creo que le caigo bien. Se vuelve a sentar en la puerta, con su cigarro entre los dedos de uñas con laca negra ya desconchada y espera. Nunca me he quedado a ver a quién espera, me daría rabia ver que se va con un cachas o con un heavy de pelo largo y desaliñado. Yo quiero que se venga conmigo a esnifarnos la noche. Pero hoy me he quedado, la curiosidad me ha podido qué quereis que os diga. 

Y según le daba el último tiro al canuto ha aparecido: una pelirroja con el pelo hasta la cintura, una falda muy corta y una lengua muy larga, de eso estoy segura. He oido que se llama Anette. ¿Serán francesas? Seguro, son demasiado guapas las dos, demasiado putas. Mirad sus piernas, parecen kilométricas enfundadas en esos leggins de latex negro. Y sus ojos... mirando sus ojos me entra sed de cerveza a morro, de botellín. Se saludan con un pico y se van, moviendose como gatas callejeras, como lo que son. Me encantaría ser como ellas. Pero ser una Margot, ser una Anette, no es fácil. Ellas lo saben mejor que nadie. El viernes que viene a lo mejor las sigo y os cuento donde se emborrachan. Me muero de ganas.

martes, 8 de diciembre de 2009


Me averguenzo de imaginarte con mis manos. No pensaba. Una fuerza desconocida hasta ahora se ha apoderado de mi cuerpo y ha poseído cada una de mis células. Un demonio que se ha adueñado de mis manos haciendo con ellas lo que se le antojaba. Y aunque me averguenzo no me arrepiento, porque he sentido mis dedos como si fueran los tuyos, he inventado tu aliento en mi clavícula, en mi ombligo. Y me ha encantado.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Marlboro





Las noches las pasa con su amigo Jonhy Walker y una caja medio rota de marlboro en el bolsillo de los vaqueros. Sale a la aventura sola, por la Gran Vía, a ver qué encuentra hoy.

¿Que dónde despierta?, nunca se sabe. Si tienes suerte en tu cama.











 En la foto: Alejandra, http://versosencafeinados.blogspot.com




viernes, 4 de diciembre de 2009

Mi jersey negro te echa de menos


Me duelen los labios de echarte de menos. Mi jersey negro te echa de menos también: ese que me compré dos tallas más grande para que cupiesen mi corazón y el tuyo. Las mangas tienen ganas de abrazarte otra vez; el escote, de escuchar como respiras. La verdad es que he de confesar que la bufanda morada añora el olor de tu colonia.He salido a comprarle un frasco en la perfumería pero dice que no es lo mismo. Las manoplas el otro día se pusieron a llorar y las tuve que meter en un cajón para no oirlas. Creo que se acuerdan mucho de tus guantes. Y bueno mi abrigo gris ya ni te cuento... Ese no ha querido salir a la calle conmigo desde que te marchaste.

martes, 1 de diciembre de 2009


Dónde irán las fotos que se rompen. Qué pasará con las caras rotas. De dónde se saca el valor para partir las fotos en pequeños trozos. He rebuscado en mis cajones y no encuentro nada que se parezca a Valor. Si tú tienes, préstame un poco. Cuando acabe prometo devolvértelo. Pero qué puedo hacer si tú tampoco encuentras a Valor en tu armario o en tú bolso. Miraré debajo de la cama, quizá Miedo esté subido en mi colchón con las piernas colgando y el pobre Valor está anulado, cogiendo polvo ahí abajo.








Aprovecho para agradecer a Anabel de http://salvandoajulieta.blogspot.com/ por darme ese premio, es el primero y me hace MUCHA ilusión.