lunes, 17 de mayo de 2010
Le pinté las paredes con mis recuerdos
Recordé paisajes e inventé otros tantos y los trasladé a las paredes de su habitación, para que nunca nunca sintiera que no podría salir de allí. Las cuatro paredes que un día fueron blancas están colmadas de las ciudades que han visto mis ojos, para que los suyos también puedan verlas desde cientos de kilómetros, tal vez miles. Y mi chica, postrada en la cama, siguió sintiendose algo enclaustrada, pero la sensación de asfixia que le oprimía el pecho se diluyó en las aguas de Copenhague que fluían sobre el yeso desconchado.
Etiquetas:
Copenhague
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quiero ir a copenhague, aunque si no puedo me gustaría mucho que alguien pintase las paredes de mi cuarto con sus paisajes. se lo agradecería muchísimo.
ResponderEliminarUn beso grande!
Dios mio!¿Que puedo decirte? Es imposible explicarte como me he sentido al leer esto, gracias por hacerme sentir un poco mas libre en el cuerpo de esa chica enclaustrada, gracias de verdad :)
ResponderEliminarUuuauu!! te ha salido un texto de lo más dulce y nostálgico y la canción preciosa !! (ya me la bajé)
ResponderEliminarCopenhage (L)
ResponderEliminar:) yo quiero lo mismo para mi...
ResponderEliminarbesos ácidos!!!
Es precioso, te quedó de maravilla.
ResponderEliminarLos kilómetros duelen... y si se unen al tiempo, forman una mezcla mucho más que angustiosa...
ResponderEliminarUn beso
oh (L)
ResponderEliminarqe bonito :)
Jo Dana. Una persona capaz de pintar el mundo en cuatro paredes... (yo quiero que me pinten la galaxia entera, ¿sabes de alguien tan especial como el de tu texto?)
ResponderEliminarqué genial
bonita
(:
(L)
paredes blancas, llenas de recuerdos.
ResponderEliminarasi son las mias.
Que bueno es que alguien te haga viajar desde tu habitación.
ResponderEliminarQuiero ir a esa ciudad, quiero visitar esos lugares, quiero estar entre esas paredes. Y quiero que deje de sentirse de esa manera y comience a ser feliz. Y libre, muy muy libre ^^
ResponderEliminarQue precioso. Me encantaría tener las paredes pintadas de ciudades bonitas como ella, y viajar sin salir de mi habitación *_*
ResponderEliminarPor fin respiró tranquila.
ResponderEliminar¡Ains! Yo cuando vuelva de mis viajes por el mundo, también quiero hacer eso con mi habitación.
ResponderEliminarUn muá(h) y un sugu de cereza!
!!
ResponderEliminarme gusto mucho lo que escribiste, mas porque me gusta viajar y esto de compartir el viaje y no olvidarse de nadie es fantastico. es pec ta cu lar !
un saludo en la lejania.
Dejarse llevar, suena demasiado bien (:
ResponderEliminarque bonito, poder volver siempre a esos sitios...
ResponderEliminarbesito:)
Copenhague devuelve la vida a cualquiera((:
ResponderEliminarMe quedo en tu autobús mirando los paisajes pintados sobre la ciudad. Quiero llegar el primero a ninguna parte.
ResponderEliminarHa sido un placer volver a leerte con efecto retroactivo. Bueno, la verdad es que llevo un día de lecturas que ni te cuento... pero agradezco y estoy de enhorabuena, por haberme dado tiempo a visitarte...
Un abrazo.
son tuyos los textoS? increible!
ResponderEliminarun beso!
Copenhague :)
ResponderEliminarBuen lugar para perderse.
Quiero una habitación así,que me transporte a recuerdos y a lugares...
Un beso!
que bonito Dana!! un abrazo!
ResponderEliminarTienes un premio para ti en mi blog. Enhorabuena.
ResponderEliminaryo hoy he remodelado mis paredes :)
ResponderEliminarPrecioso.
ResponderEliminarTe sigo. Un beso, María
Qué grande :)
ResponderEliminarUn abrazo enorme...
ResponderEliminarse que ando un poco perdida...pero por aqui anda...
besos
Perderse suena demasiado bien.. Copenhague o Tombuctú! No crees? :D
ResponderEliminarMuaaaaaaaaaaaa!
La historia de Javier tiene una web alternativa :D
ResponderEliminarhttp://alpiedelacento.wordpress.com/
Un día me contaron que "viajante" es el que viaja, pero que "viajero" es el que viaja y cuenta viajes.
ResponderEliminarPOr eso dejé de ser viajante, para ser viajero como tu.
Besos desde la orilla